Nueva Escaleta

Cuando visitamos el consultorio modificamos la distribución de los muebles. A partir de eso, para poder hacer las pruebas de cámara y la situación ciega, realizamos una escaleta nueva.  Dicha escaleta fue escrita dándole mayor importancia a los movimientos cotidianos, particulares que hace Francisco al terminar su día de trabajo y en un segundo plano, se presentan varios sonidos que rompen con su rutina, provocando misterio e incomodidad por parte del protagonista.

ESCALETA

Escena 1 – Interior- Consultorio- Noche

FRANCISCO (40años, psicoanalista) escribe su cuaderno. (PP desde atrás de la cortina)

FRANCISCO termina de escribir, cierra el cuaderno y guarda la lapicera. (PD del cuaderno, falsa subjetiva)

Acomoda el almohadón del diván (PP de perfil)

Cocina: FRANCISCO agarra la pava de la hornalla, la llena con agua y calienta la pava. (PP de las manos con la pava)

Abre la lacena (todo ordenado y se ven otros productos), agarra una taza y un saquito de té. (PD de los objetos)

Prepara el té: sirve el agua en la taza y apoya la pava en la hornalla. (PD)

FRANCISCO apoya la taza de té a un costado del escritorio y escribe su cuaderno. (PD de la taza y Francisco fuera de foco)

Escribe una receta, toma el té y sella la receta con su nombre. (PM)

Suena el timbre, FRANCISCO hace un movimiento brusco, mira hacia la puerta y se le cae el té al piso. (PD de la taza)

Se levanta a contestar el portero y nota que pisó el té derramado. (PD de los pies)

FRANCISCO deja la puerta entreabierta del consultorio y contesta el portero, pregunta quién es (PM).

Vuelve a entrar al consultorio y camina hasta el escritorio. (PG, sólo se ve la figura de Francisco como una sombra).

Se sienta en el escritorio, prende la notbook, escribe un texto. (PG, más cerrado que el anterior).

Se apaga el velador y mira para todos lados. El consultorio queda oscuro e iluminado únicamente por la luz que proviene de la ventana y a Francisco solo se lo ve por la luz de la computadora. (PP de Francisco en el escritorio)

FRANCISCO se levanta, camina hacia la perilla y  prende la luz del consultorio. (PG)